Albaida, La Blanca del Aljarafe
Albaida, pueblo de casas blancas que vigila el Guadiamar, se remonta a los turdetanos, que la denominaron Kaelia. Fue un centro importante en la época romana hasta el punto de acuñar moneda propia. Su actual nombre es una derivación del que le dieron los musulmanes: Al-bayda (la blanca).
Después de la conquista de Sevilla, pasó a formar parte de los terrenos cedidos al infante Don Fadrique, conservándose aún en la actualidad la torre que así lo confirma. Posteriormente, perteneció al cabildo catedralicio de la provincia hasta que en el siglo XVII pasó a formar parte del señorío del conde-duque de Olivares.
En Albaida destacan las casas blancas de media altura, los campos de olivares y la industria especializada en la aceituna de mesa. Conserva entre su legado arquitectónico la Torre de Don Fadrique, reconstruida en el siglo XIII tras la conquista de la tropas cristianas y que vigila el valle del Guadiamar; la Cilla del Cura, edificio del siglo XV con fachada dieciochesca donde antiguamente se pagaba el diezmo; o la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, de estilo neoclásico.
En sus bares, tascas y tabernas son típicos los guisos caseros. Hay que probar el cocido en colorao, la especialidad autóctona. Como acompañamiento, nada como con un buen mosto, la bebida tradicional de la localidad.
Por su cercanía con la capital, son muchos los que eligen este pueblo como primera o segunda residencia gozando así de la calidad de vida que brinda. Albaida del Aljarafe es buen un lugar para disfrutar de unos días de tranquilidad en un marco con la esencia del olivar sevillano.
Cómo moverse
Al ser una localidad pequeña la puedes recorrer a pie. Tienes la opción de llevarte una bicicle-ta o hacer senderismo por su paraje natural mientras aprovechas el aire fresco del campo.
Razones para visitar
- Degusta el mosto en cualquiera de sus bares, tabernas o tascas.
- Te encantará la Festividad de la Santa Vera Cruz, en septiembre. Es conocida popularmente como La Gorda por la cantidad de pólvora que se quema en esos días.
- Vive su Semana Santa, en la que procesionan las dos hermandades de penitencia del pueblo el Viernes Santo. La Vera-Cruz en la mañana y por la tarde el Cristo de los Afligidos.
- Pasa un día de campo en el merendero de la Fuente Archena.
- Contempla el atardecer desde el mirador de La Barranca.
- Conoce los restos de los hornos romanos, únicos en Andalucía, de una antigua fábrica de la-drillos.
Qué visitar
Toma como punto de partida la Plaza de España, donde encontrarás el ayuntamiento y la iglesia de la Asunción. Este templo de estilo barroco y neoclásico alberga la imagen más venerada por los albaidejos, el Cristo de los Afligidos.
Adosado se encuentra el oratorio de la Hermandad de la Soledad, donde se guardan los enseres de esta imagen bordados a mano por las propias hermanas. La ermita de la Vera-Cruz, ubicada frente al ayuntamiento, también guarda imágenes muy queridas por los vecinos.
Cerca de allí tienes la casa más antigua del pueblo, la Cilla, antaño vivienda del cura. También sirvió para almacenar el grano que los vecinos debían pagar como diezmo al cabildo de Sevilla.
A continuación, puedes dirigirte a la Torre de Don Fadrique, conocida popularmente como la Torre Mocha, desde donde se vigilaba las posibles amenazas de la ciudadela árabe: Solucar Al-bayda.
Anímate a finalizar la visita contemplando el encanto de su paisaje desde el balcón natural de La Barranca. Recorre esta zona para descubrir sus restos romanos: los hornos de una primitiva fábrica de ladrillos o la fuente salobre El Pilar. A pocos metros encontrarás el Corredor Verde del Guadiamar, de una belleza espectacular.
Entorno
La actual villa de Albaida está a 18 km de Sevilla, dentro de la comarca del Aljarafe. Muy cerca se encuentra el Corredor Verde del Guadiamar, Espacio Natural Protegido.
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