Nacimiento de la Rivera del Huéznar

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La zona central de la Sierra Morena Sevillana está drenada por el río Rivera del Huéznar, uno de los tres principales cursos de la amplia red hidrográfica de esta sierra y el único de ellos que circula por entero dentro de la provincia, desde su nacimiento en San Nicolás del Puerto hasta su desembocadura en el Guadalquivir, en el término de Tocina.

El nacimiento del Rivera del Huéznar tiene lugar en forma de surgencia de agua en un paraje conocido como El Venero o Borbollón. El agua, que surge del suelo a borbotones por varios puntos, es rica en bicarbonatado cálcico debido a su previa circulación subterránea por rocas carbonatadas. La surgencia, con un caudal que ha llegado a superar en algunas ocasiones los 500 litros por segundo, es el principal punto de descarga de la zona oriental del acuífero kárstico de Guadalcanal-San Nicolás del Puerto, uno de los tres grandes acuíferos de la Sierra Morena Sevillana.

La zona del nacimiento es muy umbría, rodeada por una gran masa de árboles sobre los que se desarrollan plantas trepadoras, formando una densa cubierta verde que da cobijo a una variada avifauna. Entre las especies arbóreas destacan aliso, olmo y chopo.

Las zonas cercanas al río Rivera del Huéznar contaron con asentamientos humanos desde la prehistoria, existiendo algunos restos arqueológicos que lo atestiguan, como el yacimiento megalítico de Huerta Nogales.

El río ha contado tradicionalmente con diferentes aprovechamientos como molinos harineros, molinos de corcho y batanes. Estos últimos se utilizaron hasta mediados del siglo XIX para la transformación de la lana en un tejido más tupido, lavándola y apaleándola en máquinas impulsadas por la energía hidráulica. En San Nicolás se encontraba el Batán de las Monjas, convertido hoy día en complejo de turismo rural.

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Sierra Morena Sevillana

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