Santiponce Itálica

Patrimonio

Un inmenso legado por descubrir

Torre de San Antonio

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La Torre de San Antonio es una torre almohade del siglo XI que servía para controlar el camino entre Olivares y Gerena y prevenir incursiones cristianas procedentes del norte. 

La Torre de San Antonio supone una excelente muestra de la arquitectura militar almohade. El edificio presenta una altura de tres plantas y está constituido por tapial común ocre y ladrillo de taco enmarcando los vanos. Se observan numerosos mechinales, huecos dejados por las agujas del andamiaje utilizado durante la construcción de la torre. En las dos primeras plantas se conservan los vestigios de sendas bóvedas de arista. La segunda planta mantiene saeteras defensivas en todos sus flancos. No hay restos de escaleras, por lo que se deduce que el ascenso debía llevarse a cabo mediante escaleras de madera.

Se constata arqueológicamente la existencia en torno a la torre de un poblado o alquería islámica que fue abandonado tras la conquista cristiana del siglo XIII. El emplazamiento del torreón fue previamente elegido por otras culturas como cartagineses y romanos que se establecieron en este punto contribuyendo al mantenimiento de un hábitat ininterrumpido desde el siglo IV a.C. hasta el XIII d. C.

En 1248 las tropas cristianas de Fernando III el Santo conquistaron la torre que pasa a ser propiedad de Alfonso de Molina, infante de Castilla y León y hermano del rey. La recibe en herencia bajo el nombre de Torre de Alpechín. En 1261 la propiedad pasa a ser de la Orden de Alcántara para ya en 1277 ser cedida al cabildo de Sevilla por un privilegio rodado otorgado por Alfonso X.

Hasta hace pocos años su estado era totalmente ruinoso, pero la Escuela Taller de Olivares llevó a cabo unas actuaciones con las que se ha conseguido su consolidación.

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