Las Navas de la Concepción
Durante la Edad Media existían en este paraje explotaciones agrícolas y ganaderas y no será hasta 1557 cuando se establezcan en la zona los monjes de la Orden de San Basilio, encargados de diseñar el trazado de las calles. En el siglo XVIII se cambia su primitivo nombre (La Nava las Puercas), por Las Navas de la Concepción, con la consagración de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Aunque ya Felipe II dio su autorización para constituir el municipio, bajo la dependencia de Constantina, será Isabel II la que permita que la aldea se erigiera en Ayuntamiento independiente.
La tranquilidad y belleza del entorno, en el margen oriental del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla y a las puertas del Parque Natural Sierra de Hornachuelos, hacen de Las Navas de la Concepción un rincón único en el que adentrarse y disfrutar de los serenos pero intensos placeres que nos ofrece.
En Las Navas de la Concepción nos encontramos la ermita de la Virgen de Belén Situada actualmente junto a la Rivera de Ciudadeja, fue trasladada a éste lugar desde su ubicación original en el Antiguo Monasterio de San Antonio de Galleguillos, donde se celebraba una importante Romería. Construido en la década de los 80 del siglo XX, el edificio supone una mezcla de estilos, con un gran atrio porticado y una fachada rematada por un pequeño campanario. Cabe destacar el entorno en el que se encuentra, rodeada de una densa y variada vegetación, con merenderos y zonas de barbacoa.
Según avancemos por el Camino de Las Navas de la Concepción a la Puebla de los Infantes, iremos dejando atrás grandes extensiones dedicadas al cultivo del olivar. Poco se parecerá este paisaje al que encontraremos más adelante. Un rompepiernas de subidas y bajadas que se alargará durante la primera parte del recorrido hasta que comencemos a descender buscando el embalse del Retortillo.
Poco antes de llegar a dicho pantano, cruzaremos una importante finca cinegética, por lo que si nuestros pasos son silenciosos podremos ver grandes ciervos (Cervus elaphus) y ciervas acompañadas por las crías del año. Si por el contrario caminamos haciendo excesivo ruido, serán las perdices (Alectoris rufa) las que delatarán nuestra presencia al resto de fauna, saltando a nuestro paso de forma escandalosa y precipitándose velozmente ladera abajo. Una vez en el Embalse del Retortillo podremos reponer fuerzas en su orilla. A poco que contemplemos el paisaje, seremos conscientes de la importancia y riqueza del mismo, pues nos encontramos en los límites de las provincias de Sevilla y Córdoba, o lo que es lo mismo, entre el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla y El Parque Natural Sierra de Hornachuelos. En estas estribaciones, ambos Parques beben agua del mismo río, el Retortillo.
La Puebla de Los Infantes
Ya con el aliento recuperado y tras disfrutar de la rica avifauna acuática del embalse, comenzamos la segunda parte de la etapa, que nos llevará hasta La Puebla de Los Infantes. Pronto abandonaremos la carretera girando a nuestra derecha por la SE – 158, una carretera en desuso y por la que transitaremos varios kilómetros antes de tomar el camino que lleva hasta La Puebla de los Infantes. A lo largo de este trayecto el paisaje alternará dehesa, monte bajo, zonas de pastos, dando paso al olivar en los últimos kilómetros, los más cercanos a la población. Una vez en el pueblo, nos dirigiremos siempre al norte, por la calle Llana. Al final llegaremos a nuestro destino; la pequeña y hermosa ermita de Santa Ana.
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