Cascadas del Hueznar

Sevilla enamora

El castillo de Lebrija está situado en el punto más alto de la localidad que le da nombre y así ha estado dominando la ciudad desde su construcción durante el período medieval.

Único puente sobre el río Guadiamar en el siglo XVI, fue verdaderamente importante por la necesidades de comunicación entre Híspalis (Sevilla) y Onuba (Huelva). Posiblemente existiera este paso desde épocas muy anteriores que pudieran ser islámicas e incluso tardo romanas o propiamente romanas.

Declarado Bien de Interés Cultural en el año 1985, está constatado el origen islámico (almohade en concreto) de la llamada Puerta del Arquillo. Esta estructura estaría relacionada militarmente con el resto de la cerca islámica, así como con la cercana mota del Alcázar.

Torre vigía almohade integrada en las defensas de Sevilla. Se asienta sobre la ciudad ibero romana de Orippo y sus cimientos están construidos con sillares extraídos de las ruinas romanas.

Resto de la muralla del siglo XII que rodeaba Cantillana. Era de argamasa y ladrillo. Este resto se sitúa al lado de una de las antiguas puertas de la muralla, ya desaparecida. Tras ese acceso, se encontraba una barca que permitía el acceso al otro lado del río.

La muralla romana, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con el mayor grado de protección, se asienta en la zona superior de los dos cabezos que conforman el primitivo núcleo urbano. Presenta un perímetro aproximado de 1 500 m² y su planta, de tendencia ovalada, encierra un espacio interior de 14 ha. Su construcción, en torno al siglo I d.

Durante el dominio musulmán, Marssen’Ah, nombre con el que se designaba a la ciudad, fue testigo de un gran desarrollo urbano y cultural.