Cascadas del Hueznar

Sevilla enamora

La Carlina tiene una historia novelesca. Lo que fuera un humilde cortijo o casa de campo con una viña alrededor, a las afueras de Constantina, cambió radicalmente a principios de los años 50, cuando fue comprada por Léon Degrelle (1906-1994).

Este monasterio, desaparecido tras la desamortización de Mendizábal, se mantuvo en pie hasta hace unas décadas. Tras su demolición para permitir la construcción actual solo subsiste el que fue compás del convento y la portada de la iglesia.

El monasterio de San Isidoro del Campo fue fundado en el año 1301 por Alonso Pérez de Guzmán y María Alonso Coronel en un lugar cercano a las ruinas de Itálica donde, según la tradición, fue enterrado San Isidoro de Sevilla.

Gran parte del interior de la clausura del monasterio de la Encarnación se ha convertido en Museo de Arte Sacro, dispuesto en torno al claustro principal. El museo está compuesto por cuatro salas donde destacan una importante colección de Niños Jesús, piezas de orfebrería e importantes obras de imaginería.

La iglesia de la Merced se construyó en su actual ubicación en 1650, aunque sufrió una profunda remodelación en la segunda mitad del siglo XVIII. Los frailes llegaron a Osuna en 1609 y se instalaron inicialmente en la ermita de Santa Ana, localizada en las afueras de la ciudad.

La actual iglesia de Santa Clara es lo que hoy queda del desaparecido convento del mismo nombre, un antiguo monasterio de madres clarisas fundado en el año 1498 por las hermanas Juana y Elvira González de Lucenilla y de Benjumea.

Monasterio fundado en 1631 por Rodrigo Ponce de León, IV duque de Arcos. Durante siete años estuvo ubicado en diversas dependencias hasta que los señores de Marchena decidieron situarlo en el recinto ducal.