Feria

Sevilla, bella y diversa

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Morón de la Frontera. Ermita Nuestro Padre Jesús de La Cañada
Ermita de Nuestro Padre Jesús de la Cañada

Edificio construido aproximadamente en 1734 de cantería, ladrillo y mampostería, muy restaurado posteriormente.

Iglesia de San José
Iglesia de San José

Edificio del siglo XVIII de piedra caliza y mármol rosa procedente de la Sierra de San Pablo.  Construido sobre una iglesia del XVII, de la que solo se conserva el primer cuerpo de la torre, destaca su fachada barroca en piedra. Su planta es de cruz latina y las naves están separadas por 16 columnas toscanas.

Capilla de la Safa
Capilla de la Safa

La Capilla de la Safa fue construida en 1983. Es una edificación estructurada en una sola nave de medio cañón, sostenida por arcos fajones apoyados en pilastras.

Iglesia de la Virgen de La Paz
Iglesia de la Virgen de La Paz

Al principio de la pedanía de Matarredonda podemos ver una bonita iglesia de arquitectura típica andaluza, donde se respira toda la espiritualidad de las antiguas iglesias para los peregrinos. 

Marchena-Iglesia San Juan Bautista
Iglesia San Juan Bautista

La Iglesia de San Juan Bautista debió fundarse tras la conquista cristiana de Marchena y podría estar ligada a la presencia de la orden de San Juan en la villa, documentada en el siglo XIII. De esta etapa primitiva sólo queda la capilla que se halla bajo la torre.

Marchena-Iglesia de Santa Isabel
Iglesia del convento de Santa Isabel

Se trata de un templo renacentista (1556-1588) que no olvida la tradición gótico-mudéjar. Perteneció al antiguo colegio de la Encarnación de padres jesuitas, fundado por Luis Cristóbal Ponce de León (II duque de Arcos) y su mujer María de Toledo. Del primitivo colegio hoy sólo se conservan la iglesia y un precioso claustro.

Convento Limpia Concepción de Nuestra Señora
Convento Limpia Concepción de Nuestra Señora

Se cree que las obras de este convento debieron de iniciarse en el año 1618 y que su construcción debió de prolongarse durante unos cinco años. Su financiación corrió a cargo de sus fundadores, Jerónimo de Valencia, su esposa María de Liñán Cervantes y la hija de ambos, que tomó el hábito de la orden.