Feria

Sevilla, bella y diversa

Edificio de finales del siglo XVIII que fue el depósito comunal de granos hasta la segunda mitad de este siglo, compartiendo sus salas con las de la administración municipal. Actualmente, es la sede del Ayuntamiento y en él podemos admirar el sistema de bóvedas de arista, tan usual en el estilo barroco colonial.

Este edificio sufre varias reparaciones durante toda la primera mitad del siglo XVIII que resultaron insuficientes. En los años centrales del siglo se derriba la ermita para proceder a su reconstrucción con lo que desaparecen los testimonios de las intervenciones previas.

En el interior se encuentran las imágenes de San Antonio y San Pablo, del siglo XVIII, procedentes del extinguido convento de San Pablo de la Breña.

De finales del siglo XIX, de planta rectangular, su nave central está cubierta por una bóveda de medio cañón con arcos fajones y las dos laterales por bóvedas de aristas.

Una espadaña de tres cuerpos destaca entres las casas encaladas de Aguadulce, la iglesia de San Bartolomé aparece ante los ojos de los conductores y paseantes luciendo orgullosa su campanario, donde las campanas resuenan al lado de un balcón que permite a los más afortunados disfrutar de unas bonitas vistas del pueblo.

Antiguo convento de los canónigos del Espíritu Santo. Se tienen noticias del establecimiento del Espíritu Santo desde pocos años después de mediar el siglo XVI. Habitado por la congregación de canónigos, estos se encargaron del mantenimiento de la Casa de Expósitos hasta su exclaustración en el siglo XIX. Su culto está atendido desde 1939 por las Hermanas de la Cruz.

De principios del siglo XVIII. Edificio datado en la primera mitad del siglo XVIII cuya planta es de cruz latina dividido en cinco tramos y capillas entre los contrafuertes interiores, encontrándose la sacristía en la cabecera al lado de la epístola. En este lado, a los pies, se sitúa la torre de tres cuerpos y chapitel.

La iglesia de la Vera Cruz es una obra arquitectónica perteneciente al barroco de la segunda mitad del siglo XVIII, caracterizada por una acentuada decoración puesta de manifiesto por su monumental portada tallada en ladrillo fino.