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Morón de la Frontera

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Morón, tierra de fronteras entre la Sierra Sur y la Campiña

Ciudad histórica, con un pasado que se remonta al Paleolítico, etapa en la que pueden fecharse dólmenes hallados en el municipio. Del período prehistórico han aparecido múltiples restos, dispersos por una gran variedad de asentamientos. Así, en el conocido como de “Santisteban”, se han hallado muestras de cerámica, platos, cazuelas, ollas lobulares, piezas de decoración, puntas de flecha y dientes de hoz. Todo ello perteneciente a la etapa inicial del Calcolítico.

Los orígenes de Morón como entidad de población civilizada se remontan a los fenicios. También se tiene constancia de las épocas romana y visigoda por los restos encontrados en el centro de la ciudad y sus alrededores. De esta etapa, se han hallado sarcófagos y ladrillos decorados.

En el transcurso de la dominación árabe (716-1240), su población se desarrolló extraordinariamente, de manera que desbordó los muros de la ciudadela fortificada. Tras la caída del califato y la incorporación al sistema de reinos de Taifas, en el siglo XI, Morón alcanzó su mayor apogeo, hasta llegar a convertirse en capital de uno de estos reinos.

Del período musulmán se conserva el castillo, que fue sede de ese importante reino taifa (de 1018 a 1066) hasta la reconquista cristiana que llevó a cabo Fernando III el Santo en 1240. Tras ello, Morón vive durante más de dos siglos como ciudad fronteriza, hecho al que debe parte de su denominación actual. En 1253, Alfonso X el Sabio entrega el castillo y la villa moronense al Ayuntamiento de Sevilla como término de la ciudad hispalense, a condición de que mantuviera la defensa de su castillo. Más tarde, al no poder mantener los gastos, el Ayuntamiento sevillano reintegró Morón a la Corona, a la que perteneció hasta 1285, año en que el rey Sancho IV lo da en señorío a la Orden de Alcántara. La villa de Morón estuvo bajo el poder de esta orden hasta 1378, cuando fue devuelta a la Corona de Castilla, durante el reinado de Enrique II. Éste la cedió como señorío a su hijo del mismo nombre, nacido fuera del matrimonio con doña Beatriz Ponce de León. Al morir éste sin sucesión, Juan I cede de nuevo la villa a la Orden de Alcántara.

En 1461, esta orden permuta Morón, el Castillo de Cote y Arahal por otras propiedades. De este modo, la villa moronense pasa a pertenecer a los Téllez Girón, condes de Ureña, de cuyo linaje proceden los duques de Osuna. Éstos la controlarían hasta el siglo XVII, en el que se abolen los señoríos.

Desde 1894 ostenta el título de ciudad.

Morón de la Frontera es un pueblo dinámico y emprendedor a los pies de la Sierra Sur sevillana. Las casas blancas bañadas por su famosa cal comparten, junto a bellas iglesias y conventos, la importancia de su patrimonio histórico. Antigua villa medieval que, tal como indica su apellido, fue la frontera entre el reino Nazarí y la Andalucía cristiana.  Descubre este cruce de caminos donde la leyenda del popular ‘Gallo desplumado’ se ha convertido en todo un emblema para sus vecinos.

Disfruta también de su paraje natural a través de la Sierra de Esparteros y no olvides visitar el Museo de la Cal, para aprender este oficio de gran tradición en Morón de la Frontera. Igualmente, el flamenco tiene fuertes raíces en la localidad. Desde 1963 se celebra uno de los festivales más antiguos de la provincia, el Gazpacho Andaluz, dándose cita cada mes de julio lo mejor del flamenco nacional.

Aunque cualquier época del año es buena para visitar esta magnífica ciudad, en la que también gozarás de su exquisita gastronomía, basada en los productos de la zona como la aceituna de mesa, la carne de caza y los dulces elaborados por las monjas de sus conventos.

Ven y conoce este enclave fronterizo de arraigadas tradiciones, vinculado a la cal y a su gallo legendario.


Cómo llegar

En coche desde Sevilla debes coger por la A-92. A la altura de Arahal toma la salida 41 para incorporarte a la A-8125 hasta llegar a tu destino.

En Morón de la Frontera no hay estación de trenes. La más próxima está en Marchena. Si vas en tren debes bajarte en esa localidad y tomar un taxi hasta Morón. Pero si tu viaje es en autobús, la empresa Transportes Alpe ofrece diferentes líneas a lo largo del día desde la capital sevillana.


Cómo moverse

Esta localidad te permite recorrerla a pie mientras disfrutas de su belleza arquitectónica. También puedes recorrer la Sierra de Esparteros practicando senderismo o paseando en bicicleta. Si lo necesitas, dispones de servicio de taxi en el centro de Morón.


Razones para visitar

  • Visita el Museo de la Cal para conocer la historia de este oficio tan arraigado en este municipio.
  • Recorre las calles de Morón y encuentra las dos esculturas del Gallo desplumado. Pregunta a algún vecino cuál es la leyenda de este emblema de la ciudad.
  • Entra en sus bares o restaurantes y prueba algunos platos típicos como la sangre con tomates, el arroz con conejo o las ricas aceitunas locales.
  • Sube hasta el Castillo y disfruta de las maravillosas vistas de la Campiña sevillana.
  • Si te gustan los aviones militares, puedes verlos en la Base Aérea de Morón o en la glorieta del Ejército del Aire, donde se aprecia un avión F5 en modo despegue.
  • La repostería artesana de las monjas de Morón de la Frontera es una verdadera delicia. En el Convento de Santa Clara elaboran ‘los batatines’ y en el Convento de Santa María de la Asunción, no te pierdas los tocinos de cielo caseros.
  • Sorpréndete de la belleza de la Iglesia de San Miguel, conocida como ‘la pequeña catedral’ de la Sierra Sur.
  • En el espacio expositivo del Convento de Santa Clara está la oficina de atención al visitante. Disfruta de las exposiciones temporales y permanentes sobre la riqueza histórica, etnográfica y cultural de este municipio.


Qué visitar

Comienza a descubrir este rincón señorial de la Sierra Sur sevillana con una ruta por su paraje natural. En él se alza la Sierra de Esparteros o de Morón, como también la llaman sus vecinos. Durante este paseo te encontrarás con numerosas canteras que representan la industria moronense desde época de los romanos.

Pero la finalidad de este recorrido es llegar hasta el Museo de la Cal, uno de los lugares más señeros de esta localidad. En este museo aprenderás mucho sobre el oficio del calero, la profesión más antigua de Morón. Toda una exposición donde no faltan los utensilios y los hornos que sirvieron para elaborar la cal de manera artesanal.

Una vez has conocido cómo se han ganado la vida durante siglos muchos moronenses, es hora de visitar su patrimonio histórico. El primer lugar al que debes ir es al Castillo, que aún conserva parte de sus murallas y torres defensivas. Desde aquí tendrás una de las vistas más bonitas de la Campiña sevillana. Este antiguo alcázar también fue residencia de los Duques de Osuna, pero las tropas de Napoleón se encargaron de hacer volar las estancias palaciegas. Cerca de allí tienes la Iglesia de San Miguel Arcángel, conocida como ‘la pequeña catedral’ de la Sierra Sur, cuya torre campanario imita a la Giralda. Si continúas andando, a pocos minutos llegarás al Paseo del Gallo, donde se alza la escultura de bronce del famoso ‘Gallo desplumado’ de Morón. Conoce la leyenda que ha hecho de este animal todo un emblema de la ciudad.

Dirígete ahora hacia el Ayuntamiento, el edificio civil más importante datado en el siglo XVI. Su reloj es parecido al de la Puerta del Sol de Madrid. Muy próximo puedes visitar el que fuera el palacio de los Condes de Miraflores, ahora habilitado como Casa de la Cultura y Fundación Fernando Villalón, poeta de la Generación del 27.  Destaca de esta vivienda su patio, su gran escalinata y la cúpula decorada en yesería.  Continúa tu paseo por las calles de la localidad y descubre sus numerosas iglesias, algunas declaradas Bien de Interés Cultural como la Iglesia San Francisco de Asís. Esta pertenecía al convento franciscano que desde el siglo XIX fue restaurado para albergar el Centro Hospitalario de Alta Resolución de Morón de la Frontera.

Si quieres conocer los dulces típicos de esta localidad, en el Convento de Santa Clara puedes degustar ‘los batatines’, a base de batata de California y almendras; o ‘las frutitas’ una delicia hecha con pera y melocotón. Frente al convento se encuentra los Jardines de la Carrera, para que hagas un alto en el camino mientras saboreas estos ricos manjares.

Termina tu visita turística en algunos de los bares o restaurantes de Morón y disfruta del buen ambiente de su gente, a la vez que degustas su rica gastronomía. También tienes la opción de solicitar una visita a la Base Aérea de Morón y ver in situ los impresionantes aviones militares. Eso sí, la gestión debes hacerla con varios días de antelación.


Entorno

Morón de la Frontera está a 65 kilómetros de Sevilla capital, en la comarca de la Sierra Sur. Bajo su administración se encuentran las pedanías de Aldea Guadaira, Las Caleras de la Sierra, La Lagartija, La Ramira y otros poblados que deben su origen al Instituto Nacional de Colonización. La Sierra de Esparteros está situada en su término municipal, siendo uno de los símbolos más reconocibles de su paisaje.

Comarca
Sierra Sur
Extensión
431.90 Km²
Altitud
231.00 m
Nº habitantes
27.844
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