A caballo por la marisma

Sevilla, bella y diversa

El Convento de las Teresas está emplazado en el antiguo palacio de los Condes de Palma que es un edificio mudéjar de gran interés, erigido en los siglos XIV y XV. 

La sede original de esta parroquia debió ser la ermita de la Magdalena, construida junto al castillo situado en el cerro que hoy lleva su nombre. El crecimiento de la población y el desplazamiento de su centro neurálgico, que dejó extramuros el cerro con el castillo y la capilla, obligó a construir un templo mayor, la actual Parroquia Divino Salvador, documentada como tal ya en el siglo XVI.

La iglesia de Santiago se encuentra en pleno centro de la ciudad, a pocos metros del recinto fortificado y de la iglesia de Santa María del Águila.

De estilo barroco. Construida en dos etapas: en el siglo XVII la cabecera y el crucero, y en el XVIII las tres naves. Conserva un retablo con lienzos e imágenes del siglo XVIII. Entre ellas, destaca la imagen de Jesús Nazareno, la de Ntra. Sra. de la Esperanza, la de Ntra. Sra. de la Mediación, la del Cristo yacente y la de María Santísima de los Dolores Coronada.

De origen incierto, la ermita de Santa Ana aglutina las devociones del barrio de la Coracha. De la documentación se desprende que debió construirse en la segunda mitad del siglo XVIII, añadiéndosele la portada en 1840. 

La Compañía de Jesús llegó a Utrera fundando un convento con escuela, en cuyo solar se levanta hoy el colegio Rodrigo Caro. De aquel convento se conserva hoy esta iglesia, llamada de San Francisco el Nuevo, además de otras dependencias como sacristía y sala de juntas.

Conocida popularmente como la capilla de Jesús de Nazareno, formó parte del convento dominico de San Bartolomé, erigido a expensas de Bartolomé López de Marchena, que en 1542 ordenó su fundación y se destinó al cuidado y fortalecimiento del cuerpo y del espíritu. La capilla debió de construirse en el siglo XVII y sufrió importantes reformas en la segunda mitad del siglo XVIII.