Cascadas del Hueznar

Sevilla enamora

El torreón de la Dehesilla se ubica en la zona de la campiña, muy próxima a los cortijos el Negro y Garci Bravo. Esta construcción es de planta rectangular de unos diez metros de ancho en su fachada principal por seis metros de fondo. Sobre una base de sillares de piedra se levantan los gruesos muros de tapial que alcanzan una altura de más de siete metros.

Con origen en el Bronce Final-Orientalizante, el castillo de Aznalcóllar alcanzó gran esplendor en las épocas romana e islámica. En la segunda fue fortaleza musulmana hasta la conquista de Sevilla en 1274 por el rey Fernando III.

Se localiza entre los términos municipales de Écija y Herrera. Su situación dominante respecto al territorio circundante hizo que en su entorno existiese un importante núcleo urbano en época musulmana que subsistió hasta la reconquista.

En el lugar de confluencia del río Siete Arroyos con el cauce viejo del Guadalquivir (conocido como Cañada de la Molineta), existió un castillo medieval del que actualmente se conservan dos muros, uno de ellos con un arco de herradura.

Situado junto al río Churre, en las proximidades de la confluencia de este con el Guadalquivir, es el primitivo emplazamiento de Lora del Río, según afirma el arqueólogo local José Remesal.

El castillo de Lebrija está situado en el punto más alto de la localidad que le da nombre y así ha estado dominando la ciudad desde su construcción durante el período medieval.

Este terreno corresponde con la parte más alta de la villa, probablemente enclave de los primeros asentamientos humanos en la zona, tal como parecen demostrar los hallazgos cerámicos y de monedas libio-púnicas.